Hace unos meses nuestras vidas dieron un vuelco. Todo se vio frenado por un virus que se extendió por todo el mundo y tuvimos que parar nuestras vidas. Se nos ha dado la oportunidad de resetear nuestros hábitos, de cambiar nuestro estilo de vida y mejorarlo para salvar el planeta pero, ¿estamos realmente dispuestos a hacer sacrificios por el medio ambiente?

Somos una sociedad bien informada y, por tanto, más consciente de la realidad que nos golpea. Apostamos por un consumo más responsable. ¿Lo hacemos? Entonces, ¿por qué nuestras ciudades vuelven a estar llenas de humo y ruido aún sabiendo que es perjudicial para nuestra salud?

Movilidad sostenible para la última milla

El miedo al contagio ha reactivado el uso del transporte individual, aumentando la contaminación en las grandes áreas urbanas casi hasta los límites de la precontención. ¿Por qué no sumarse a la ola de la micromovilidad urbana? Además de mantener la distancia social, los patinetes y las bicicletas reducen considerablemente las emisiones de CO2.

No se trata de cambios drásticos. Como todo, es un proceso. Se trata de ir paso a paso. Porque cada pequeña acción cuenta. Con el reto #CitiesWithSoul te proponemos dar ese primer paso: empezar a moverte de forma sostenible.

Micromovilidad urbana: seguridad y felicidad

Sabías que en las ciudades donde el aire es más limpio la gente es más feliz? La comunidad Closca no sólo aboga por un cambio de hábitos para conseguir un impacto positivo en el medio ambiente, sino también en el conjunto de la sociedad. Con el Casco Closca, además de motivar el uso de medios de movilidad sostenibles, queremos que estés seguro y cómodo. En resumen, queremos que seas más feliz.

¡Apuesta por el estilo y la seguridad en tu movilidad sostenible con el Closca Helmet!