La micromovilidad es la nueva normalidad. Esta "normalidad" nos impone un cambio en nuestro estilo de vida. El distanciamiento social, las estrictas medidas de higiene (y el miedo a los brotes) nos han hecho, como sociedad, replantearnos nuestras relaciones personales, profesionales y sociales.

Así, hemos adquirido (o estamos adquiriendo) nuevas formas de relacionarnos y convivir. Entre ellas están las nuevas formas de movilidad urbana. Las bicicletas y los patinetes son los reyes de la ciudad. Cada vez son más los ciudadanos que se sumergen en el mundo del transporte alternativo para moverse por las ciudades.

La micromovilidad ha llegado para quedarse.

Muchas son las ciudades de todo el mundo que, ante la Covid-19 y el riesgo de nuevas pandemias, buscan convertirse en Smart Cities. Para ello, incluyen en sus planes estratégicos urbanos la movilidad sostenible e incluso divisiones expertas en este campo. Y las estrategias de movilidad autónoma se han convertido en un elemento clave.

Quedan muchas tareas pendientes, sobre todo en los países del sur de Europa, en la promoción de estas formas de movilidad. Pero no podemos dejar todo en manos de los gobiernos. Se enfrentan a mucho más que antes debido a Covid-19. Tienen que lidiar no sólo con la crisis sanitaria en sí, sino también con la crisis social, económica e incluso educativa post-Covid. No podemos, ni debemos, quedarnos quietos como sociedad.

Corresponsables de la nueva micromovilidad urbana

Hemos sido testigos de cómo el aire de nuestras ciudades se ha vuelto más limpio durante la cuarentena debido a la disminución del tráfico. Cómo la naturaleza ha resurgido mientras nosotros estábamos confinados en casa. Debemos aprender de esta experiencia. Tenemos que ser conscientes del poder que tenemos como individuos y como sociedad. Pequeños cambios en muchas personas tienen un impacto enorme.

Hasta ahora la contaminación está matando a más de 3,4 millones de personas cada año. Está en nuestras manos contribuir a reducir estas cifras y hacer de nuestras ciudades lugares sin contaminación ni ruido. Con pequeños gestos como el uso de bicicletas y patinetes en nuestros desplazamientos diarios, aportamos nuestro granito de arena. Y entre todos conseguiremos un cambio mayor.

El reto #CitiesWithSoul

Desde Closca te proponemos un reto: liberar las ciudades de la contaminación y el ruido. Como ya sabes, buscamos inspirar el cambio en los hábitos de las personas para conseguir un mundo mejor por y para todos. Este mes buscamos concienciar sobre la contaminación del aire en las zonas urbanas.

¿Sabías que el 91% de la población mundial vive en lugares donde la calidad del aire supera los límites sanitarios según la Organización Mundial de la Salud? ¿Y que el transporte es la mayor fuente de emisiones de gases de efecto invernadero?

Por todo ello, te retamos a que promuevas la micromovilidad urbana.

¡Sal a la calle con tu patinete o bicicleta e inspira el cambio para conseguir #CitiesWithSoul!